Me repugna tanto lo que siento que hasta me salen las rimas. Odio, odio que me mientas, y que tengas razón. Odio que alegres mi corazón. Odio no tenerte cerca y que no me hayas llamado. Pero sobre todo, odio no poder odiarte, porque no te odio, ni siquiera un poco. Nada en absoluto
No hay comentarios:
Publicar un comentario